Orgullo, ataques de Orbán: "Repugnante, orquestado por la UE". El Partido Demócrata: "Indigno y Meloni guarda silencio".

"Repugnante y vergonzoso". Tras intentar boicotearlo, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha vuelto a condenar el Orgullo celebrado ayer en Budapest , y lo hace sin tapujos con un mensaje en el chat del "Club de los Guerreros", según informaron medios locales. De hecho, ha subido la apuesta al acusar a la Unión Europea de haber encargado a políticos de la oposición la organización del evento, que se ha convertido en una protesta antigubernamental. "Ordenaron a Bruselas celebrar el Orgullo en Budapest. Sus políticos títeres la cumplieron. Esto demuestra cómo sería nuestra vida si el país no estuviera dirigido por un gobierno nacional que proteja nuestra soberanía", fueron las palabras que supuestamente pronunció Orban, según index.hu. "Desde ayer estamos aún más convencidos de que no se debe permitir que estas personas se acerquen al gobierno. No lo permitiremos", añadió Orban, quien criticó los "espectáculos de drag queens en el escenario del Orgullo, los hombres con tacones altos y los folletos sobre terapia hormonal".
Dura respuesta de Italia, del Partido Demócrata, cuyo líder, Schlein, estuvo ayer en la plaza. "Las palabras de Orbán son indignas de un primer ministro de un Estado miembro de la UE. Calificar el Orgullo de 'repugnante' significa insultar a millones de ciudadanos y sus derechos. Repugnante es cualquiera que viole el Estado de derecho y los principios fundamentales de la democracia". Alessandro Zan , representante de derechos humanos del Partido Demócrata, quien también ataca al primer ministro italiano, dijo: "¿Y Giorgia Meloni? Muda. Lleva dos días escondiéndose tras un silencio vergonzoso. Está haciendo quedar mal a nuestro país; siempre elige a los amigos equivocados que perjudican a Italia. Y no puede decirles que están equivocados, ni siquiera cuando ponen en riesgo las libertades personales y la democracia".
Mientras tanto, los opositores italianos que marcharon por las calles de la capital húngara expresaron su satisfacción.
Según la senadora del Movimiento 5 Estrellas, Vincenza Aloisio , "en Budapest no había habido una manifestación tan grande desde la caída del Muro de Berlín, por lo que está claro que en este caso el muro que había que derribar era el del autoritarismo y la ignorancia que, desgraciadamente, sacuden la política húngara desde hace tiempo".
En esas calles se encontraba Europa: la patria del Estado de derecho, la libertad y la democracia. Si a Orbán no le gusta todo esto, debería abandonar las fronteras europeas para ir a una de sus democracias favoritas. Elisabetta Piccolotti, de Avs, escribió esto en Facebook.
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